En el juego sintético, Aaron, un reciente graduado de la escuela secundaria cautivado por la informática, lidia con interacciones sociales, exacerbada por el comportamiento controlador de su "casera", Ariana Caldwell. La naturaleza dominante de Ariana proviene del trauma pasado, intensificando la introversión de Aaron. Para escapar de su influencia, Aaron se sumerge en la creación de una inteligencia artificial.
Mientras tanto, Ariana lidera una carrera exitosa como agente de bienes raíces, pero alberga una vulnerabilidad al alcohol. Bajo su influencia, ella se transforma en un cariñoso, juguetón y romántico. Sin embargo, esta dualidad desafía a Aaron, mientras navega entre la estricta fachada de Ariana y su personalidad tierna e intoxicada. A medida que la relación de Aaron con Ariana se vuelve más compleja, exacerbada por el comportamiento impredecible de su creación de IA, las complejidades de su dinámica se profundizan.