En los asuntos de la mansión, Alex se convierte en el heredero de una gran mansión después del fallecimiento de su tía, pero su herencia viene con una estipulación: debe vivir en la mansión para reclamarla. Luchando con un matrimonio fallido, Alex y su esposa, Emma, deciden mudarse, esperando que el cambio pueda reparar su relación. Para complicar las cosas, el primo Daniel de Alex y su esposa Isabella, quienes también comparten un reclamo de la mansión, llegan para apostar su parte. Ahora, los cuatro deben enfrentar sus conflictos personales y sus relaciones enredadas mientras coexisten bajo un mismo techo, preparando el escenario para un desarrollo tenso y dramático en los asuntos de mansión.